Durante el período de la conquista y la colonia en América, los africanos esclavizados sufrieron humillaciones extremas y eran obligados a hacer toda clase de trabajos.
Recientemente, en las redes sociales, se dio a conocer la historia de un esclavo brasileño cuyo físico imponente lo convirtió en un objeto de explotación singular, pues era obligado a tener relaciones sexuales con cientos de mujeres.
Según el medio 'A24', a mediados del siglo XIX, Brasil experimentó un descenso en la natalidad de la población esclavizada. Para contrarrestarlo, los esclavistas permitieron la poligamia entre los esclavos, aumentando así la población y, consecuentemente, sus ganancias.
Según el mismo medio, en la historia de Brasil hay casi 350 años de esclavitud, y durante este tiempo esto era un pilar fundamental de su economía. Durante este periodo histórico estas personas tenían un tratamiento despiadado y eran considerados meramente como una propiedad.
En este marco, un esclavista encontró en Roque José Florencio, conocido como Pata Seca, la solución al problema de la escasez de esclavos. Capturaron a este hombre, de imponente constitución física, para convertirlo en un semental, obligándolo a embarazar a todas las mujeres esclavizadas.
Pata Seca nació en 1828 y era utilizado por sus dueños esclavistas como un medio para engendrar hijos que heredaran sus atributos físicos, convirtiéndolos en futuras fuerzas de trabajo.
En ese sentido, Pata Seca era sometido a mantener relaciones sexuales con cientos de mujeres cada mes, sin tener derecho a negarse. Se dice que alcanzó a tener más 200 hijos.
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